domingo, 20 de julio de 2014

Crear


Ya se volvió una especie de muletilla el escribir "hace un buen tiempo que no escribía una entrada..", pero supongo que eso parte de la dinámica de administrar un blog. A veces no se dispone de suficiente tiempo para trabajar una idea (créame amigo lector, hay varias en capilla), y es en parte cierto ya que el equipo donde escribo estas notas, también es el de mi trabajo así que el dilema trabajo-banjo hace una nueva aparición. En parte, el silencio de estas semanas obedeció a un muy largo viaje a Europa, lo cual me tuvo centrado en otras vivencias y experiencias..de eso ya sabré contar algunas cosas pronto.

Sin embargo, como suele pasar con algunas de mis entradas la forma que llego a ellas es en parte fortuita. Buscando el impulso para escribir sobre lo vivido en el viaje o también sobre "cierto amigo" que llego a la casa (ya sabrán!), apareció ayer en un taller, un tema que siempre me ha llamado la atención y al que he tratado de abordar de distintas formas con moderado éxito: la creatividad en la música. Es inevitable pensar en la música como un arte (de muchos, claro) que tiene la particular relevancia de despertar sentimientos, recuerdos, etc a través de una experiencia sensorial como la audición (guau!! que descubrimiento ja). Sin embargo, desde el punto de vista del músico y el melómano creo que se alcanza un punto en el que se adentra la increíble capacidad de racionamiento del humano (suena raro la echada de flores con las burradas que se andan haciendo ahorita en Medio Oriente y Ucrania...el apunte político). En si, despedazamos la música, la desarmamos a expensas de lo que nos gusta (un estribillo, una frase, el intro, etc) y al principio sin pensarlo y al el tiempo con experiencia, buscamos replicar esa experiencia o en su defecto encontramos la forma de emular esos sentimientos a través de nuestras propias herramientas...ahí es cuando surge la verdadera dimensión de la composición (creo yo) y se siguen expandiendo los limites de la música.

¿Para que toda esta carreta, entonces? Porque en este proceso banjero siempre me ha parecido llamativo el hecho de que en mis etapas más tempranas de aprendizaje "(la prehistoria banjera"), el proceso creativo era por así decirlo activo y accidental. Por poner un ejemplo (si bien les comparto, todos los vídeos), el último "estudio pequeño para banjo" (Los caídos, tramador el nombre ja) surgió de un pequeño espacio de desparche mientras practicaba una ejercicio en Am de uno de los tutoriales que más me gustan...estaba haciendo lo que NO se debería hacer practicando: hablando con mi papá en la sala mientras esperábamos el almuerzo del domingo y el veía un partido!. Pero aún así, ahí salio esa idea y desde el momento que escuche los primeros dos compases que se me ocurrieron, pensé "severo!, pinta vacana esa idea". Y así fue, sin temor a equivocarme creo que es lo más bonito y mejor armado "musicalmente" que he compuesto en mi carrera como "compositor" jeje. Es más; hace mucho tiempo no miraba el vídeo y me sigue pareciendo interesante como idea a pesar de los errores en el tempo (fue hace ya casi dos años!). Lo otro curioso es que hace unos días también comprobé una premisa muy común en la composición y es que inevitablemente se repiten ideas o conceptos de otros temas que a su vez han usado (suena feo, fusilar jaja) ideas de otros temas previos. Para "Los Caídos" es posible hacer un paralelo con el tema central de Game of Thrones del compositor alemán-iraní Ramin Djawadi. Obviamente, mis conocimientos no se prestan para haber "simulado" el tema a conciencia si no que fue algo más subconsciente. Dio la casualidad, que en esas semanas había escuchado una versión en banjo de ese tema y que me había gustado mucho (comparto el vídeo de Mike Moss que fue el que escuché primero). Actualmente, del tema hay un montón de versiones en banjo así que los invito a que las miren por Internet. He ahí entonces, como de un intro pequeño y un ejercicio practicado aleatoriamente salió el hasta ahora mi magnum opus.


Estudio pequeño para banjo 1 "Carrera al panal"


Estudios pequeños para banjo 2 y 3 "Codicia", "Cabalgando en G"


Estudio pequeño para banjo 4 "Noche nublada"


Estudio pequeño para banjo 5 "La Distancia"




Estudio pequeño para banjo 6 "Los Caídos"


Esta era la idea original...¿correctamente interpretada? La verdad hay cosas que aún no las siento funcionales.


La versión del banjista Mike Moss

Cuando pongo todo esto en perspectiva; los otros estudios previos digamos que tuvieron un proceso más normal de generación: pensé en un concepto a trabajar (una progresión de acordes, una tonalidad, un arpegio) y partí de ahí hacia un tema, respetando las normas y procedimientos de composición que conocía en ese punto (métrica, funciones de los acordes, etc) y pues sentido común (lo que esta mal armado, suena muy feo!). El rollo es que desde "Los Caídos" he sido incapaz de desarrollar una nueva idea, teniendo probablemente el triple de herramientas y conceptos que en esa época. No sin algo de quebraderos de cabeza, mis conceptos de armonía han mejorado mucho y ciertamente mi oído y métrica han mejorado (creo!!).  La explicación que suelo darle a esa "inercia" creativa creo que obedece a la forma tan analítica que suelo ver la música, producto a su vez de mi formación académica tan ñoña jaja. Lejos de abrirme las puertas a la composición más variopinta y chiflada, el tener tantos conceptos en la cabeza me ha llenado de aprensiones hacia los recursos que ahora tengo..."esa nota no, porque no suena bien en esa tonalidad, etc" pero realmente no estoy escuchando!! he ahí el rollo y esa es el nuevo reto con esta parte de componer: romper esos miedos y componer a gusto y satisfacción de lo que yo esté sintiendo en ese momento y utilizar estos nuevos conocimientos para potenciar y enriquecer la pieza...de nuevo, una idea para nada nueva en un músico pero algo que suele olvidarse en este, el arte más bonito que hay.

Pronto, nuevos estudios pequeños!!