lunes, 28 de diciembre de 2015

Haciendo cuentas


Diciembre suele ser una época de balances, dónde se juzga lo bueno y lo malo que ha pasado en el año. Donde se revisan los alcances de las decisiones que se hayan tomado a lo largo de estos meses. En esta época se suele lamentar lo que no se hizo por pereza o descuido, se critican las malas decisiones que hemos tomado o simplemente enumeramos aún aturdidos, las oportunidades que se dejaron ir o pasaron de largo desapercibidas. 

Al mismo tiempo, es una época del año en la que recordamos con satisfacción y porque no, ya un poco de nostalgia, todos esos momentos y vivencias que convirtieron este 2015 en un año distinto a los demás. Fueron momentos que de ahora en adelante nos acompañarán y que usaremos a futuro cuando sintamos que algo no marcha bien o queremos levantar el ánimo.

Curiosamente, tengo ocasiones en las que les suelo tener desconfianza a los años impares porque por alguna razón me fue mal con mis proyectos o a nivel personal. Obviamente el peso de esta superstición se cae con rapidez al comprobar que las cosas buenas y malas pasan la gran mayoría de las veces sin que nosotros las hayamos buscado. Es obvio también que muchas cosas de esa fracción mala son producto de nuestro temor o porque no, inexperiencia (más bien torpeza) al lidiar con un problema. El detalle radica en que tendemos a potenciar muchas veces el recuerdo de una experiencia (sea mala o buena) y esa primera experiencia parece que se forja con hierro fundido en nuestra memoria. Así como las cosas buenas se aferran a nuestro deseo de querer siempre sonreír, las cosas malas suelen aferrarse a nosotros a veces limitándonos a pensar nuevas cosas y dar el salto al vacío que en muchas ocasiones necesitamos.

Todos los años que se viven representan en cierta medida una posibilidad de crecer (si la palabra aplica aún) como individuos y a la larga ni este año fue la excepción, ni el crecimiento apuntó en un solo sentido. Resumidas cuentas este 2015 me brindó la posibilidad de crecer mucho como persona, de conocer gente maravillosa que me refuerza el deseo de soñar, de comprobar que la gente que te aprecia siempre está ahí de alguna forma, que los esfuerzos agotan pero no abaten del todo, que en la sencillez radica el placer de vivir y que por la derecha, la vida radica en el deseo de ser lo que somos.

El 2015 trajo baches musicales, pero también experiencias únicas, confío repetibles; entradas en este blog no tan carnudas, pero confío más diversas que al principio, pero ante todo siguió brindándome el deseo de seguir tocando, de seguir aprendiendo cosas nuevas. Puede que no a la velocidad que a veces quisiera, pero no por eso se ha mermado el placer de escuchar el banjo. Hace parte de mí, hará parte de los años que vengan por reflexionar.

Felices fiestas!!



sábado, 17 de octubre de 2015

Postales latinas


Una forma sencilla de comprobar como pasa el tiempo: mirar las fechas de publicación de las entradas!. Este par de meses han sido bastante atareados con cosas del trabajo y académicas, pero no ha sido tiempo perdido, ya que siempre ha habido espacio para practicar y probar nuevas cosas. Y es cierto!, La práctica sigue rindiendo sus frutos (sobre todo en la parte técnica) y lejos de disminuir, así la demora en las entradas lo indicara; las ideas y los deseos de probar cosas nuevas sigue presente. Como siempre, confío esta vez con una mayor consistencia en las entradas, que iré decantando las ideas que tengo en mente...por ahora entremos en materia!

Hace ya un mes largo, estando de viaje recordé una entrada sobre el "banjo parrandero", aquella cumbia peruana donde el banjo muestra su "sabrosura" latina. De esa vez, creo que quedó pendiente, y de ahí el recuerdo, y el explorar un poco en forma de "postales" lo que es del banjo cuando ha descendido a estas tierras.



Este vídeo en Ciudad de Panamá además de ser el registro de una bonita coincidencia, se puede decir que fue la mecha que inició esta entrada. El nombre del tema y del banjista si quedaron pendientes. De esa vez, solo recuerdo haberme sentado en la banca del frente y escuchar al hombre tocar una y otra vez el mismo tema en su banjo algo aporreado, mientras los turistas pasaban de largo.

En vez entonces, del típico yankee go home, han quedado algunos experimentos, por llamarlos así, plasmados en el siempre multi-propósito youtube. Hago desde ahora la salvedad de que solo incluyo en esta entrada, vídeos que a mi criterio muestran una influencia latinoamericana clara. Banjistas latinoamericanos tocando géneros americanos como el bluegrass claro que los hay!, pero ya les contaré de eso en otra entrada. Les comparto entonces; a lo que se puede llegar tras una breve búsqueda por youtube:

Empecemos con Argentina y su inconfundible tango!


Este tema de autoría del banjista Joe Tropp. De acuerdo al mismo autor, presenta similitud con el célebre La Comparsita. Les recomiendo la página de youtube de Joe, muy buena!


Una pequeña pieza...es una pena que no este completa


"Adiós muchachos" es un viejo conocido del tango. Aquí, interpretado por Marc Dalmasso en el estilo clásico...era inevitable que se me terminara cruzando algo con el estilo que trabajo jeje.

Banjista argentinos, claros que los hay! Este es un continente enorme con un  montón de gente curiosa y deseosa por explorar con el instrumento. Intencionalmente no incluyo vídeos, en particular de un banjita del que he tenido oportunidad de escuchar en tiempos recientes: Fernando Fuentes. Esto, en parte porque él tiene contemplado terminar un CD en los próximos meses (estimo, yo) y me pareció más llamativo dedicarle una entrada contando mis impresiones y claro está, promoviendo su trabajo!. Lo mismo aspiro hacer con todo aquel banjista de estos lares con los que me vaya topando.

Bueno, nos movemos curiosamente hacia el norte!. Y esto es porqué básicamente hay una serie de vídeos que ilustran bien, como se interpreta y suenan, los distintos ritmos latinos en el banjo. 


Este vídeo de Claudio Parravicini es lo que llamamos acá "una bellezura". Es genial porqué de una forma muy concreta explica como abordar ritmos de bossa nova a la sonoridad del banjo, y sin perder la esencia tanto el banjo como el bossa. A mí personalmente me encantó como sonó el primer patrón...es más!!, me atrevería a pensar que al haberlo escuchado mientras hacía esta entrada, fue lo que me indujo a pensar en la idea de un nuevo pequeño estudio para banjo...jaja y si!! por fin afloró una idea, pero como eso es harina de otro costal, ya les estaré contando como termina ese tema.


Bueno y acá tenemos el otro espectro...la verdad no se que tengo contra el plectro en el banjo pero la sonoridad me cuesta mucho!! Independiente del tipo de tema que escuche, realmente me cuesta, no sé si es por lo brillante que suena...soy consciente que este es un instrumento brillante por naturaleza, pero por lo menos en mi caso, me gusta su espectro más oscurito jeje. Ya respecto a este tema, omitiendo lo técnico, creo que la cosa va más por la parte de interpretación o el groove...lo "latino" suena o  no suena y aquí me pareció que faltó...pero bueno, es sólo una observación.


Volvemos a Claudio...esta vez interpretando uno de los temas que Béla Fleck y Chick Corea grabaron en su álbum The Enchantment. Genial interpretación!


Cerramos este "ciclo" de vídeos de Claudio con el que probablemente corresponda al vídeo con el mejor rotulo de latin. La interpretación nuevamente genial, y creo que prueba bastante bien el punto de que no hay límites para lo que se quiera expresar con la música.



Rematamos esta parte con un tema que está catalogado como bolero de acuerdo a Felipe Galdames. Es curioso, este tema en plectro si me gustó...jaja de nuevo, no sé explicar lo que siento cuando escucho temas en plectro...de pronto es que mientras más rápido se interpretan, pierden gracia para mí los temas interpretados en el banjo.

Nos movemos ahora al bonachón Brasil, dónde buscando también se encuentran cosillas interesantes:


Bueno, si bien Mercedes es americana, creo haberle escuchado alguna vez que era de ascendencia brasileña o portuguesa. El caso es que ella tiene una serie de vídeos interpretando temas de bossa muy conocidos. Personalmente me gustó mucho escucharle Wave de Tom Jobim, hace un tiempo.


Renglón aparte merece el llamado banjo cavaquinho, que al igual que su primo es utilizado en samba ("banjo de samba"). Este tema merecerá un renglón aparte porque hay muchos vídeos si se escarba bien. Por ahora les comparto un vídeo en portugués donde explican algunas generalidades del instrumento y de los patrones rítmicos a tocar. Por cierto, ya de entrada les recomiendo visiten la página TV Cifras de donde proviene este vídeo...de paso, pueden visitar la página del banjista (Jonatan Francisco Bernardo) ¿no les parece genial como suena?!!


Otro pequeño ejemplo del banjo del "o pais mais lindo do mundo". Omitiendo la cantada (ya nos advierten en el texto) quería que le echaran ojo a la manufactura del instrumento. Ya verán en vídeos siguientes la tendencia que hay en sus acabados y tamaño. Cuando toque bien este tema, les contaré un poco más (nah, en realidad es que aún no encuentro la información para colgarla aquí jeje) sobre este instrumento.


Este tipo de vídeos es muy común. Interpretan el tema sobre el original...nada que hacer, es demasiado contagioso...me la podría pasar todo el día escuchando temas de estos en youtube, pero como les comentaba, ya le dedicaré una buena entrada a este género y a este banjo minino.


Otra parte que merecerá renglón aparte es la presencia del banjo en la música tradicional peruana, en particular el norte. A diferencia del caso del banjo de samba, de pronto por esa afinidad más andina, me siento más identificado con lo que he escuchado. Es más, si algo verdaderamente se acerca a esta definición vaga que doy con este blog de banjo andino, es el banjo peruano. Hay vídeos realmente bonitos por su sencillez y la calidez de la música (de nuevo, hablo desde la afinidad andina), por lo que intencionalmente solo les sugiero que escuchen algo de José Domingo Arbulú, y el Internet se encargará de conducirlos por senderos bonitos y otro tal vez no tanto...


Y como entre gustos no hay disgusto, acá está de nuevo este sendero: Eusebio y su banjo, del que ya tuve oportunidad de hablar hace un tiempo. Lo reconozco, no me mata, pero es curioso ver, en la medida que uno recaba en datos, como las culturas son permeables entre ellas y como la música es un reflejo fiel de estos procesos de mezcla, experimentación y refinación...queda mi palabra de compartirles más información acerca del banjo peruano.

Los caminos a veces nos conducen a donde empezamos, y esta vez el "banjo latino" regresa a sus orígenes más conocidos. Con ustedes un arreglo de bluegrass del tema más célebre de la película Desperado (La Balada del pistolero creo que también la llamaban). No pude evitar la tentación de no colgar el vídeo después de escucharlo!.



Es inevitable no pensar en la guitara lanzacohetes de la película cuando se al hombre caminando con el estuche jeje.

Bueno y a fin de cuentas, ¿que pasó con el terruño? Aparte del interés que el instrumento ha cogido en la música ya comercial de Colombia (se me vienen los ejemplos de Monsieur Periné y el tema que cantan juntos Andrea Echeverri y el vocalista de Esteman), un ejemplo es este CD de Jose Luis Paniagua que comparto a continuación. Para los que viven en Colombia y haciendole justicia, no es muy costoso y apoyamos lo nuestro. Para el que se quiera animar, buscando por internet se topan con el listado de temas.


Y sí, no puedo escapar del plectro, ya que aquí es preponderante. Mi parecer es que el interprete utilizó un banjo de bluegrass estándar y adoptó las distintas piezas. No deja de ser curioso el escuchar La Gata Golosa en el banjo.

Bueno, espero que para aquellos que hayan decidido explorar estas sugerencias musicales, el viaje haya sido de su agrado. Hay mucha música y mucho interprete que merece ser escuchado por ahí y dentro lo "democrático" que es youtube es bueno saber que hay esas opciones para parar oreja y abrir la mente!!!.



sábado, 15 de agosto de 2015

Sopa de vídeos

Una entrada que tenía en mora de un tiempo para acá era la de contar lo que hay detrás de colgar por Youtube un caspero de los que esté tocando en el momento. Si bien, muchos de esos vídeos tenían una calidad de imagen y sonido que dejaban mucho que desear (lo de la interpretación, lo sabrán perdonar aún por lo buñuelo tocando jeje), creo que han cumplido la finalidad de registrar mi proceso de aprendizaje al irme o bien enfrentando a temas más complejos de interpretar, o simplemente probando temas que tenía curiosidad por aprender a tocar. Igualmente, ha sido una bonita oportunidad de mostrar la evolución de los banjos que he tenido y porque no, también de probar los temas en distintos contextos de lugar (las llamadas Banjo sessions) y presentaciones un poco más interactivas. Este último punto lo tengo un poco en mora, porqué si!!, los vídeos así como están, prueban un poco la paciencia  de aquel con desparche que escuche los temas. Mi punto de vista es que eso es subjetivo ya que, el que realmente se topa con un vídeo de un loco tocando el banjo, de por si ya tiene algo de curiosidad por la sonoridad del instrumento. Lo que si creo es que no por eso, todos mis vídeos a futuro deben seguir el mismo modelo: fondo negro presentando + el tema + foto casual + agradecimientos y publicidad. Estoy trabajando en ideas para los vídeos que se vienen, palabra!!. Por ahora solo adelanto que se tratarán de un tema movido del libro de Bradbury y el otro es un tema que vengo trabajando desde hace dos años pero con el que creo que vale la pena ya arriesgarse. También hay un tema de música clásica en el horno, pero a ese si le falta un poco...ya les contaré.

Por ahora entremos en materia...


Los vídeos de Barichara empezaron de esta forma...para ser el primer intento del tema en vídeo, la cosa no salió mal...chiripa que llaman jeje.

Hace un rato, aprovechando una ida a Barichara y teniendo a mi disposición una bella asistente de cámara (guiño guiño jeje) decidí que era hora de sacar a la luz, dos temas del tutorial de Bradbury. Obviamente como son temas del principio del libro, no son nada memorables musicalmente hablando, pero era también la oportunidad de probar en campo dos cosas: 1) la grabadora con la que he registrado los últimos temas (el último había sido Old Virginia) y 2) dejar en vídeo una versión mejorada de un tema muy bonito y que me gusta a pesar de su sencillez; Spanish Fandango. Para los que hayan tenido oportunidad de ver ese vídeo, lo colgué con el título de Banjo Sessions (Tota Lake) el año pasado, pero dió la casualidad que tuve un acompañamiento perruno a través de todo el tema. También quise grabar una versión más pulida de Sunflower Dance, pero en ese si me equivoqué mucho.

Bueno, en que consiste esta entrada entonces?!! La idea es ilustrarles en una serie de vídeos cortos lo que suele pasar cuando grabo un tema nuevo: muchos errores, desconcentraciones iniciales, una que otra madreada (jaja bueno, en estos no tanto: la cosa estuvo muy familiar) y muecas chistosas...resumidas cuentas, cagadas!! jeje. Es algo muy curioso. Es solo sentir que me estoy grabando y me pongo terriblemente nervioso. La ventaja es que ahora con mi vídeo-grabadora (una Zoom), puedo dejar corriendo el vídeo y tengo el chance de irme calmando o no con el tiempo. Cuando antes grababa directamente con el computador era un poco irritante porque tenía que estarme moviendo para empezar a grabar y eso de entrada me ponía más nervioso jeje. De igual forma, el proceso de selección de la interpretación es el mismo: de entrada no hay interpretación perfecta!, y por lo general de tres tomas donde toco el tema de pies a cabeza, escojo la menos fea para editar en Windows Movie Maker. La edición es más bien sencilla y me baso en los vídeos de Rob Mackillop. Desde la primera vez que los vi me parecieron muy sobrios y elegantes. De nuevo, como comentaba al principio, la sobriedad de mis vídeos puede ser muy alta y aburrir de muerte, pero yo creo que es un proceso así como con el banjo y gradualmente iré probando cosas nuevas. Hay un detalle que voy a empezar a explorar es el grabar mis sesiones de práctica para que vean en que consiste, y porque no, sirvan de ayuda para el que esté interesado.

Por ahora veamos bloopers!!


De como un error se mecaniza y se mecaniza de paso el mal genio jaja...con Uds. Daily Double de Frank Bradbury.




De como una buena interpretación se merma tras un error...es curioso, esta versión fallida terminó sonando a mi criterio,  mejor que la versión que terminé colgando en vídeo...pasa a a veces. El tema tradicional Spanish Fandango.


De lo fortuito que es grabar con gente alrededor, nuevamente de mecanizar errores y finalmente cagarla en los últimos dos compases jaja...con Uds, el casi de Suflower Dance de Vess Ossman.


Y cómo en los programas de cocina, este es el plato ya listo para degustar, disfruten!

domingo, 19 de julio de 2015

Bajos instintos


Extrañaba ya escribir, bueno siempre lo hago. Escribir supongo que fluye más fácil para aquel que con palabras o es muy enredado (mi caso) o le cuesta expresarlas (mi caso también). El caso es que escribir sea lo que se piense, relaja y sirve para liberar lo que se tiene preso entre recuerdos y rutinas. Y es precisamente otros quehaceres de la rutina, esta vez académicos los que me han tenido un poco al margen de mi escritura banjera. El banjo obviamente no ha parado (bueno, pequeñas pausas pero nada serio, creo yo) y de a poco van apareciendo los nuevos retos y se han solventado algunos obstáculos.

La "historia" de hoy, usando el nombre de aquella película tiene orígenes bajos. De lo que llevo escrito creo que esta es mi segunda entrada netamente relacionada sobre el banjo bajo. Jaja y bueno, para los que pensaban que esta podía ser una entrada relacionada con el banjo y la industria del porno (¿si habría tema para eso? jaja), creo que alcanzan a salvarse de leer lo que viene:

El proceso del banjo bajo buscaba creo que dos metas: (1) tener un proceso de aprendizaje normal con un profesor de bajo y, (2) practicar temáticas que de pronto no había desarrollado tanto con Sussie como la armonía y el ritmo...ahora un paréntesis, esto del (1) y el (2) son efectos colaterales de la escritura académica..jaja ni modo, esas cosas se pegan...

El primer punto fue interesante porque en estos meses mi faceta de alumno ha enfrentado toda una gama de ejercicios nuevos: digitación, patrones rítmicos, etc, que en una mayor o menor medida fui lidiando de a poco, a veces con calma, otras con inquietud como suele pasar. El bajo es un instrumento caníbal, ya lo habrán oído, que come dedos y que da miedo, y que al "llorón" lo espanta con las primeras ampollas. Cuando uno está engomado realmente esos detalles se ven como "marcas de guerra" y lejos de desanimar se desarrolla un cierto grado de masoquismo al relacionar un poco ese maltrato, con avances en el aprendizaje...jaja ¿si ven que el título de la entrada si pega después de todo?. Más que eso lo que me llamó la atención con el bajo es la lucha por controlar el sonido producido de las cuerdas, ya que presionarlas demanda mucha maña (creo yo) y sobre todo pulsar la cuarta cuerda es como tratar de sacarle algo a un cable de un puente colgante...en conclusión, muchas veces el sonido sonaba horrendo sobre todo en los trastes inferiores jeje. Independiente, el sonido del bajo siempre me ha gustado porque tiene algo de primario y básico (están afiladas las referencias jaja) que te atrae.

Por ahora comparto dos "pequeñas" grabaciones para ilustrar como avanzó el sonido del bajo teniendo como fondo el tema Fly me to the moon. La primera "sesión" la grabé como en agosto o septiembre del año pasado. Me habían mostrado en ese momento creo que la primera sección de ese tema y mis rutinas de practica se limitaban a practicar algunos modos griegos, digitación y hacer tresillos.


ADVERTENCIA: Este es un vídeo SUPREMAMENTE ABURRIDO jaja...solo es para que noten un instante como era el sonido del banjo bajo en ese momento.

La segunda sesión la grabé a comienzos de este año, en un domingo de desparche por la escuela. A esas alturas ya conocía toda la armonía del tema y ya estaba toreando armonías de otros temas como Autum Leaves y Blues by five, ya practicaba todos los modos, claro está mucha digitación y más que eso, y sin echarme tantas flores, creo que el sonido del banjo bajo tenía más carácter y sonaba menos sucio que en el principio. Estas grabaciones son particularmente largas, pero la intención era mostrar lo que pasa detrás de una grabación mía....jaja muchos errores y madrazos como podrán notar jaja...eventualmente sale algo bueno y eso es lo que desvergonzadamente cuelgo por Youtube (en una próxima entrada hablo de eso, palabra)...si no les da la paciencia para escuchar todo, remítanse a los finales de cada grabación que ahí es donde suele "opinar" el banjista jeje.




No sobra la advertencia, si bien el mejor sonido pueda deberse a que conozco un poco más los atributos de la grabadora jeje.

Ahora, la pregunta para lo que se vieron Bajos Instintos es el como termina la película. ¿Podía salir entonces bien el experimento de practicar dos instrumentos a la vez?. La respuesta no es sencilla, como en la película. Obviamente no hablo de que terminé con un picahielo rompiendo alguno de los parches, sino más bien al hecho de que me enfrenté con un dilema que subestimé un poco, ya que sabía a que me atenía: estar tocando el bajo ha sido una oportunidad divertida, una oportunidad de conocer otros aspectos que tal vez con Sussie no he explorado lo suficiente como acompañar a alguien o seguir algo tan sencillo pero virtualmente tan imposible con el banjo, como es estar bajo la tutela de un profesor y ver los avances. El detalle radica entonces en eso, en que a pesar de los esfuerzos y metas conseguidas, empecé a sentir que estaba relegando a la razón de la porque toco, de la porque escribo estas líneas acá. Sussie y las chocoaventuras ligadas a ella son las que me han brindado siempre aprendizaje y las que causan que al escuchar a un banjista en vídeos o canciones, solo quiera practicar así sea un rato, si las circunstancias no me lo permiten. Extrañaba sentir que no tocaba a gusto si no que tocaba con una sensación de apremio, preguntándome que sería de mi aprendizaje si dedicara el 100 % de mi práctica al banjo, como originalmente lo fue y ha sido....y ese es el rollo del asunto, que después de mucho cavilar me dí cuenta que a veces uno siente que los esfuerzos están mejor conducidos hacia una sola cosa, que hay algo en nosotros para lo que verdaderamente servimos o en su defecto, algo que queremos ser ante todo...por eso amigo lector, es apenas obvio que la respuesta después de un tiempo es que solo tengo cabeza para un banjo, para Sussie y los primos viajeros (una idea en mente, ya la contaré) y que a pesar de los gustos con el bajo, piense que hay que dar un paso al costado...soy y me gusta pensarme como banjista, es lo que escogí y es lo que me gusta. Alguna vez o de alguna forma, se que me cruzaré con ese universo que ofrecen los bajos, solo que ahora no lo será...

¿Me da pesar?, Si, un poco, pero me daba más pesar el comprobar que quería practicar más, que podía practicar más hace un tiempo y no lo hacia...por eso, mi camino banjero seguirá con la chiquilla, aquella que entre dos o tres notas mal tocadas, me descresta con una nota que me hace desear hacer lo que más me gusta: tocar el banjo!!. 

domingo, 15 de marzo de 2015

Ni muerto, ni de parranda


El año pasado, una amiga del trabajo me compartió el enlace de un programa radial llamado "La cuerda pulsada" que hace parte de la emisora de la Universidad Nacional. Como el nombre lo indica, la temática del programa está centrada en presentar artistas y composiciones principalmente relacionados con la guitarra y primos cercanos. Sin embargo, al ir revisando las distintas emisiones se me hizo claro que de vez en cuando habían programas centrados en otros instrumentos afines, así que fue una grata sorpresa toparme con uno dedicado al banjo. El enlace a continuación: 


Lo que no fue tan grato al ir escuchando el programa es notar que aún es muy fuerte la impresión o "cliché" que se mantiene con el banjo, ya que del espectro que maneja el instrumento, el programa estuvo basado más que todo en temas de bluegrass, y ni siquiera el género en toda su magnitud. Creo que uno de los problemas del instrumento es su carácter "rural" lo que lo sigue sometiendo a juicios prematuros y condescendientes. En Estados Unidos y en menor medida el Reino Unido, los movimientos que avalan por el banjo y sus sonoridades son muy fuertes, un fenómeno muy parecido (sin los mismos recursos y apoyo, claro) a lo que se observa con los instrumentos tradicionales acá en Colombia. El rollo radica en que por fuera de esas regiones, el banjo es medianamente conocido en la capacidad que tiene como cualquier otro; de transmitir emociones y explorar ideas musicales.


Uncle Rastus (Imagen tomada de Wikipedia). Esta marioneta de principios del siglo pasado ilustra lo que era el cliché para ese momento con el banjo: un instrumento rural (más que ahora) que se tocaba en las plantaciones.

Dentro del odiado mainstream y el establishment musical como dicen, el banjo es un elemento accesorio o decorativo y usualmente la gente por fuera de los países "banjófilos" (amigo lector, creo que ya es evidente que el léxico banjístico se inventa a toda hora jeje), lo escucha en la música comercial, comerciales, etc. es; en el por si así decirlo "los temas que quieren sonar a algo country" jaja. Como no tendría caso ponerme a ilustrar todos los ejemplos (¿recuerdan uno de los comerciales de mantequilla Rama? ahí tienen jaja), prefiero ilustrar algunos ejemplos de que el banjo es un instrumento increíblemente diverso, del que pueden aflorar las sensaciones más honestas que hayan, no por eso siendo rural, y siendo capaz de ser un instrumento para ser escuchados por todos. Que hablen estos pequeños vídeos por mí y así como en este mundo globalizado nos abrimos a toda hora a nuevas experiencias, también lo hagamos con nuestros oídos...créanme, vale la pena. 


Ghosts that we knew es uno de los temas que más me gustan de esta agrupación británica (Mumford & Sons). Si bien, el último álbum que grabaron apunta a algo más "comercial" y al parecer el pobre banjo queda nuevamente marginado, el escucharlos en las dos producciones anteriores (Sigh no more y Babel) y notar que a mucho gente le gustó; prueba mi punto de que es cuestión de darle el espacio al instrumento para que muestre su potencial, incluso en un ámbito pop.


Carolina Chocolate Drops, es un grupo americano que recién conocí hace unos semanas y que se ha hecho a un nombre con su mezcla de música tradicional del sur de los Estados Unidos, música de los Apalaches, ragtime, etc etc. Este vídeo hace parte de una pequeña sesión que vi, y pues fue brutal verles tal versatilidad en el repertorio y en los recursos musicales que usaban. Ciertamente, sus álbumes los tengo en mora para comprar!.


El álbum conjunto del "dúo dinámico banjero" (Abigail Washburn y Béla Fleck...alias papá y mamá) es sencillamente genial. Siendo francos tenía en la cabeza un álbum más instrumental, pero el hecho de que Abigail toque en estilo clawhammer (old time) y cantara muchos de los temas, acompañando el monstruo Fleck, lo hizo muy especial. 


Dentro del estilo clásico que ando aprendiendo suelo citar con frecuencia a Rob Mackillop, ya que el hombre me mostró el camino y personalmente me gustaba como abordaba los temas desde su perspectiva de guitarrista clásico. Sin embargo, creo que es hora de hacer justicia y mencionar al banjista francés Marc Dalmasso, del cual he escuchado muchos temas que me han gustado (Indian Patrol, y Columbian March geniales!), al igual que me parece fantástico verlo tocando con el papá (piano) y el hijo pequeño (percusión, a veces banjo) en algunos de los vídeos.


Junto con papa Fleck, lo que hace Jens Krüger y su grupo (The Krüger Brothers) es sencillamente espectacular ya que su visión del banjo y de la música folk en general, tiene una aproximación distinta (son de origen suizo), lo que hace que sus temas instrumentales o no, sean una verdadera delicia al escuchar. Comparto a mi criterio uno de los ejemplos más genuinos de una composición de corte clásico aprovechando el espectro del amado banjo: The Appalachian Concerto. En esta ocasión son acompañados por el ensamble Kontras Quartet, con los que actualmente están trabajando en una nueva pieza: Lucid Dreamer...ya les estaré contando en otra entrada. 

Como ven, el banjo, no es un instrumento cacreto que tiene que estar condenado a los chistes con campesinos gringos o las parodias de una vida rural..el banjo vive para el que quiere escuchar más allá de lo que lo que le llega con el viento o en las emisoras...

domingo, 1 de marzo de 2015

¿Y quien dijo miedo?


Es curioso como a veces los retos aparecen de la nada y muchas veces en las condiciones más hostiles y emocionantes. Como comentaba en la entrada anterior, venía de un periodo más bien oscuro en términos banjísticos; el equivalente a una recaída por drogas en un músico talentoso de los años 50, omitiendo claro de parte mía las drogas, el talento y el traje de pana jaja. El caso es que si llevaba un buen tiempo sin practicar y tocar, y antes de "el correo" andaba cabeceando sobre lo que podía ser la "valoración de daños" una vez empezara, respecto a lo que venía practicando con los banjos y lo que tenía ya adquirido.

Digo "el correo" porque fue así, en la mañana de ese miércoles que volvía a practicar, recibí un correo donde me preguntaban si me animaba a ser parte de un concierto didáctico de un compañero de la escuela de música. Esto con motivo de su trabajo de grado: un concierto didáctico donde se ilustraran distintos aspectos del jazz desde sus orígenes fiesteros. Es en los orígenes donde el cliché del banjo (esta vez, convenientemente bien jeje) entra en acción y a falta de más banjistas me preguntaron si me animaba para dentro de dos días tocar. Hasta ahí todo bien, vacano porque no deja de ser chévere que un músico te tenga en cuenta para un toque considerando la poca experiencia que tengo con el banjo y en un escenario, jaja pero ahí es donde recordé "momento!, ¿en dos días?!!". Bueno, ya en la tarde de ese día me explicaron en que consistía mi parte, que básicamente fue acompañar el tema When the saints go marching in al estilo de New Orleans (la onda de Louis Armstrong and his hot five).

  
Basin St Blues, un tema muy conocido de Louis Armstrong and his hot five

El proceso fue el normal considerando mi nivel: conocer y memorizar la armonía, mirar los acordes y la forma de tocarlos, y empezar a practicar el tema tratando de tener en mente el patrón rítmico de como se tocaba y un poco la forma como se hacía (omitiendo el detalle técnico exacto): notas al unísono en una especie de carraspeo (jaja lo advertí, bien informal la cosa...creo que en inglés a eso se refieren como frailing o strumming), preferiblemente hacia la parte superior del parche o el inicio del mástil, para que el sonido fuera más brillante. Cabe mencionar que Sussie no es el banjo apropiado para este estilo, ya que en el formato de New Orleans se acostumbraban usar banjos tenores y tocar con uñas (en esa época a base de carey).


El banjista guerreándola...más bien pensando en no cagarla con los acordes jaja

Pasaron los dos días y llegó el "temido" viernes donde sería el primer simulacro. Todo ese tiempo anduve practicando los benditos acordes, tratando de tener cuidado en particular con la progresión del final. Igualmente, para efectos prácticos no estaba tocando los acordes con séptima que había en la armonía ya que me costaba trabajo la digitación. La gente fue llegando de a poco y una hora antes del concierto, pude saber bien con que músicos iba a tocar. Inicialmente iba a acompañar a Daniel el baterista, un trompetista, un tubista y pare de contar. Pero a último momento (para mí, claro), se sumaron un trombonista y una clarinetista jaja y ahí vino el primer choque!. Si bien, el día anterior habíamos hecho una especie de simulacro con Daniel y el tubista, pronto se me hizo MUY evidente que no tengo experiencia alguna en ensambles...y bueno, es apenas obvio considerando que mi proceso con el banjo ha sido más bien solitario, salvo algunas escaramuzas y "experimentos" en estos años. Vino entonces el primer ensayo y no más fue cuestión de un par de acordes para que me perdiera estrepitosamente y me tocara esperar el comienzo del tema. "Bueno, en la que viene será" y como no, par de acordes y este cristiano otra vez perdido en el tema jaja. Es ahí cuando empieza la mente a susurrarte horrorizada porque no entiende como todas esas horas de práctica repetitiva no se ven reflejadas por ningún lado y solo se ve el embolate del ensayo. Por suerte, en estos casos no hay de otra que dominar esa frustración inicial (y es normal, uno quiere mostrar lo mejor, el agradecer la oportunidad brindada), tratar de buscar una solución y sobre todo entender que un ensamble es algo que implica trabajar en equipo y buscar ayuda si se necesita. En este sentido tengo que agradecer a Oscar, Yevgeniya y a los chicos del ensamble porque me tuvieron paciencia y de a poco me fueron guiando para ubicar lo que hacia en lo que ellos ya dominaban..y bueno, ellos son músicos con mucha más experiencias en estas lides.


Negrura Jazz Band jeje

¿Nervios? Que va!! jaja, nah mentiras, es apenas normal que hubieran nervios, más que todo ansiedad porque empezara la presentación de Daniel y el momento que nos llamaran a tocar (empezábamos nosotros). También era curioso porque de tantos años yendo a conciertos en la escuela y estar como espectador, había llegado la hora de actuar como interprete. Listo, era una parte muy pequeña y que de entrada sabíamos que iba a ser poco escuchada ya que el micrófono del banjo no quiso servir. De igual forma ¿que esperaba?; el ego no me daba nunca para pretender que mi primer concierto en la escuela iba a ser como solista y tocando que se yo, Concierto de Aranjuez jaja. El caso es que la sensación fue genial: intercambiar miradas con los músicos a los que acompañaba, sentir que se podía tener cabeza fría en ese momento (estaba llenísimo el sitio, eso creo) y a pesar de que hubo pifias (inevitable!!), me alegró haber salido avante en esas dos vueltas que dimos con el tema y posteriormente acompañados del pianista. Jaja se que probablemente muy poca gente escuchó lo que hice o les pareció poca cosa, pero para mí fue como subir a un pico largamente anhelado, una bonita experiencia!



Algo que me dio mucha risa es que la configuración parecía mostrarme como el solista...jaja algún día

Pero bueno, este era un partido de dos tiempos y la prueba de fuego era el lunes siguiente en el recital de grado. Como se esperaba, el ensayo del viernes sirvió a todos (especialmente a mí) para evaluar cosas y mejorarlas. En aspectos banjísticos, anduvimos ese fin de semana con Oscar, trabajando la forma de mejorar mi parte, marcando por ejemplo los segundos tiempos en vez del primero (algo que mejoró muchísimo el sonido que se obtenía) y perdiéndole el miedo a los acordes con séptima. Por ende, esos días, a la par de mi práctica usual con los dos chiquillos (y si! a Cletus no se le ha olvidado!), anduve dándole duro al tema buscando con eso aumentar el grado de confianza y no tener tanta ansiedad.


Una cosa curiosa...inicialmente se había decidido que haríamos una vuelta del tema pero por una pequeña confusión se olvidó ese detalle y se hicieron dos...por suerte ahí es donde es clave hacer la del lancero jeje

Lo chévere es que algo que me gusta de la música es que gran parte de las veces, la práctica y el estudio (cuando es ordenado y conciso) llevan a resultados satisfactorios o por lo menos, no tan susceptibles al error. Y ese fue el caso. Para el lunes llegué a las pruebas de sonido, practiqué un poco mi parte, sin afanes, ni presiones y cuando llegó la hora de la verdad, mi parte salió como la había buscado: sin pifias groseras y sobre todo controlando el miedo, que al igual que en Barcelona afloró un poquito mientras tocaba. De ese día me alegra por Daniel que el concierto haya cumplido sus fines didácticos ya que hubo muchas interpretaciones en vivo, y también el hecho de que este reto inesperado que se me atravesó un par de días antes, fue superado con muchas enseñanzas valiosas y quien diría hasta con un pago jeje (mi primer pago!!)

La música es un proceso que te va mostrando sus mecanismos en la medida que estamos dispuestos a entenderlos...definición aséptica típica de alguien que trabaja en ciencias naturales, pero yo creo que como la geología, es algo que te permite ver el mundo y la vida de una forma distinta, porque no, genuina y mágica.


Que buena forma de volver. Misión cumplida!! Tiempo de darbuka!


lunes, 16 de febrero de 2015

Y si tan solo...

La vida está llena de decisiones y sus respectivas recompensas, arrepentimientos y porque no, cagadas. Digo esto, porque cuando llegan las reflexiones pos-decisión a veces es inevitable pensar en una frase de mi mamá que dice "y si esto, y si aquello; bueno, si mi abuelita no se hubiera muerto todavía estaría viva". Constantemente evaluamos lo que decidimos porque a veces los resultados no son los esperados, a veces descubrimos cosas buenas y malas de nuestro carácter y de aquellos que nos rodean, otras veces descubrimos miedos infundados y otros que se habían subestimado. En fin, son momentos en que quedamos con ganas de experimentar o mandar todo a la cochinchina. Este proceso banjero no ha sido ajeno al constante dilema de enfrentar decisiones y quisiera compartir algo que empezó y se puede decir terminó en este 2014 loco y bipolar que pasó...

A comienzos o mediados (la verdad no recuerdo ya) del año pasado, estaba averiguando por Internet (desparche banjero que llaman) sobre una institución o fundación denominada Tennessee Banjo Institute donde varios banjistas reconocidos habían hecho estudios o visto cursos. Más que todo la curiosidad era por conocer en que consistía el programa y que profesores dictaban clases. Sin embargo, al parecer esta fue una iniciativa que existió solo informalmente a mediados de los noventa y de la misma no sobreviven ni enlaces, ni plantas físicas. Lo curioso es que como suele pasar, una cosa lleva a la otra y terminé topándome de narices con el programa de Bluegrass, Old Time & Country Music de la East Tennesse State University. Tremenda fue mi sorpresa ya que sería como toparse con que existe la "Universidad Nacional del Vallenato" (registro del Ministerio aún en trámite) para aquel que tuviera un acordeón y quisiera hacerle competencia a Francisco El Hombre...


Para aquellos interesados pueden acceder al siguiente enlace. http://www.etsu.edu/das/bluegrass/

Bueno, me puse a chismosear el programa y fue como verse detrás del espejo, en un mundo paralelo (en estándares de donde vivo siendo banjista) donde uno se inscribe, y durante cinco años además de perfeccionar el banjo, se tiene la posibilidad de enfocarse en los tres campos de acción tradicionales del instrumento...tilin-tilín sonó la campana de la lotería!. Entonces recordé más o menos un fragmento de un libro que estaba a su vez en otro libro no muy bueno (se llama El Círculo Mágico para que no cometan el error de leerlo jaja) en el que la serpiente del Edén mientras convence a Eva de que muerda la manzana dice algo por el estilo de que lejos de tener razones siempre para no hacer algo porque hay una explicación de por medio, siempre está la opción de la frase "¿y porqué no?"...¿porqué no correr riesgos?, ¿porqué no hacer algo que deseas en el corazón pero tal vez por miedo no lo haces?. En fin, ese párrafo (ojalá pudiera recordar de que libro era) me marcó desde mi época de estudiante y en una menor o mayor medida trato de recordarlo cuando hay de por medio una decisión o por lo menos aparece una alternativa por el camino...jaja a veces me ha servido, en otras, las cagadas han sido monumentales.

Entonces, en algún momento de esa chismoseada me dije "¿y porque no?" por lo que con una mezcla de curiosidad, imaginación desmedida y franqueza tomé la decisión de hacer el proceso y ver que pasaba. Como no!, amigo lector, esta averiguación sin un rumbo claro llevó a lo que quería compartir: una carta de aceptación del bendito programa!


Jaja cuando la recibí hace un par de meses me sentí cual personaje de Condorito porque de tantos "¿y porque no?" en mi vida, me topé de frente con el probablemente más loco de los que terminaron en una posibilidad real!! Y eso es lo increíble de este asunto...que juntando un montón (y es un montón!) de elementos por lidiar podría hacer eso: estudiar para ser un banjista!; formado profesionalmente como en mis más locos sueños, en La Meca banjera por excelencia (de nuevo, piensen en la analogía de la universidad vallenata). El rollo es que una vez se está montado en la nube, es inevitable mirar desde la altura en que nos encontramos y percatarse que allá en tierra se encuentran un montón de elementos que también hace parte de tú vida y que se quedan ahí si la nube sigue su curso: la familia, los amigos, el estilo de vida que se lleva, las terrenales obligaciones económicas, y porqué no a veces el amor...en fin, son un sin fin de elementos que sin proponerlo (no debe ser esa su intención) crean toda una serie de vínculos que te atan (en un buen sentido) a lo que te define como persona...bueno, está el bendito factor del todopoderoso dinero, ya que siendo francos "y si" tuviera dinero hasta para sonarme los mocos no lo pensaría mucho (creo, el mundo de los supuestos es muy amplio) y tal vez daría ese paso; ya estando en estos momentos lidiando con el frío, mejorando el inglés chapucero y claro está, viviendo la experiencia de ser un verdadero alumno una vez más.

Las cosas son distintas supongo, ya que ando aquí escribiendo estas líneas desde el entorno en el que para bien y para mal he acogido como mi "hábitat banjero". Haciendo retrospectiva estos meses que han pasado han sido particularmente contradictorios en muchos aspectos: el profesional, el sentimental, etc. y eso inevitablemente perjudicó el ritmo que venía llevando con mi aprendizaje. Ya lo he dicho en entradas anteriores, volver es duro, pero cada vez me convenzo que es más duro admitir una derrota cuando el espíritu y el corazón sienten que hay espacio para la esperanza. Por ese motivo, no hay de otra que "evaluar daños" a nivel personal y seguir dando lo mejor de mí como persona y banjero...para eso está la universidad de la vida...quien quita que pueda tener la revancha con la ETSU...


Batalla de Staliningrado, 1943. La batalla sigue...