martes, 22 de marzo de 2016

El tesoro del saber


Había un programa mexicano que veía antes de irme para el colegio en la primaria. Me gustaba escucharlo porque soltaban muchos datos curiosos: el funcionamiento de los pegamentos, la composición de las vitaminas, el origen de los meteoritos, y así muchos más que a través de la memoria inoficiosa han flotado en mi mente todos estos años. Bueno, también estaba el programa de Capulina, que no es que me haya aportado mucho, pero ya entrados en gastos con los recuerdos, valía la pena mencionarlo, junto con la presencia de El Santo que siempre le salvaba el pellejo. 

Cuando uno evalúa el pasado, se hace evidente que el aprendizaje muchas veces es repetición, otras más, consecuencia de un primer impacto. Esta es precisamente mi segunda entrada relacionada a mis procesos de aprendizaje y quiero dedicarla al impacto, a un método de banjo que ha sido fundamental para mi engome inicial con el estilo clásico. Todo esto gracias a esa primera impresión, la cual me inidicó que con practica podía superar paso a paso cada ejercicio que aparecía. Entremos entonces en materia:
Este tutorial lo encontré inicialmente en la página de classicbanjo.com (por cierto, extiendo mi agradecimiento a Hal Allert por estar a cargo de esa página!), donde a la larga empecé a perfilar mi gusto musical. Pese al cariño que le tengo a este libro, encontrar algo sobre J.E. Agnew ha sido parcialmente imposible, si bien por el sitio de publicación, asumo que fue un banjista americano.

El tutorial de Agnew tenía dos elementos que para mí eran grandes carencias en la información que tenía en mi período "paleo-banjoico": la presencia de ejercicios con figuras rítmicas y notas que me hicieran pensar de inmediato "oiga, eso lo puedo hacer!" y claro está, la sensación de que este era un método verdadero con los rudimentos básicos (teoría musical ultra-básica, notación musical verdadera y no tablatura, estudios, etc.). Desde el principio siempre tuve la terquedad-obsesión de que aún sabiendo que mi proceso sería en gran parte autodidacta (lo concerniente al banjo en sí), si quería sentir que de alguna manera mi avance seguiría el mismo camino de cualquier otro interprete de un instrumento: aprendiendo escalas, arpegios, temas sencillos, lectura musical, el manejo del tiempo.
A las pocas páginas de empezar a trabajar este libro: mi primer reto real, Edna Waltz. Esa sensación de victoria cuando el tema salió completo, sin errores muy groseros, es algo que me acompaña aún cuando termino cualquier ejercicio.

Ya he mencionado que en ese lejano 2011, el tutorial de Agnew no era mi único soporte (los otros dos libros igual de importantes!), pero el detalle con este radicó y radica aún, en que cada página ha sido testigo, y lo dicen sus hojas ya un poco amarillentas, de un proceso de tira y afloje, dónde los dedos me han podido a veces y dónde a veces, para mi sorpresa, los ejercicios o temas simples han salido adelante. Gracias a este libro, temas que para el grueso de músicos serán demasiado simples como Electric Dance, Columbian Dance, Odetta Waltz, Crescent Polka y Armanda Schottische, están presentes aún y los practico regularmente (este es un dilatado tema del blog, pero en la siguiente entrada empezaré a hablar de eso!) con el mismo entusiasmo y tolerancia.

Han habido temas que he repetido una y otra vez y a la larga estos son el mejor reflejo de lo que he mejorado, que se ha mantenido (lo bueno y lo malo, esto último a corregir) y en buena medida son las piedras que han venido armando este sendero banjero...con Uds, el muy caspeado Electric Dance en distintos momentos de mi aprendizaje!


Electric Dance 2012. Al año siguiente que empecé el tutorial, y con este blog aún en pañales, me le medí a grabar por primera vez este tema y de paso curtirme en Internet.


Electric Dance 2013. Este vídeo, de mi periodo boina (RIP, mismo destino que la grabadora!) lo hice con el viejo Savannah, aunque ya venía en camino Sussie. Si no me falla la memoria, para esta época empecé a editar los vídeos en Windows Movie Maker.



Electric Dance 2014. Ya tocando temas con la consentida. Previo a este vídeo había tenido ya la experiencia en Barcelona y pues al pasar de todos estos años, este temilla es lo que yo llamo mi interpretación "desparche". Si ando un poco cansado de hacer ejercicios repetitivos o tengo la cabeza en otro lado, lo suelo tocar. Actualmente, lo repaso cada tres días (ya contaré el porque) y como con todo tema,  aún tiene sus cosas por sorprenderme!


Quisiera entonces después de esta pequeña "ilustración musical", mostrarles a manera de imágenes el tipo de cosas con las que he lidiado en este libro. Para el amigo banjero o músico en general que quiera consultar sobre este libro, me pueden escribir o en su defecto descargarlos de las páginas classicbanjo.com y classicbanjo.ning (previa inscripción gratuita).


Este tipo de ejercicios sirvieron para darme moral y seguir con la goma del libro. Como ya he mencionado antes, una vez me siento cómodo con un ejercicio, sigo derecho con el que viene. Por lo general, hago dos o tres repeticiones de cada ejercicio y prosigo con el siguiente conocido. Con los temas si suelo tocar una sola vez y repito alguna sección que aún me genere incomodidad.


Muchos de los ejercicios de este libro, actualmente los utilizo en mi rutina diaria de digitación. En la próxima entrada hablaré un poco más de eso. Actualmente, en mi rutina de digitación se me van cuarenta minutos, y un libro como el de Agnew (lo que conozco hasta ahora), usualmente me toma una hora. A veces sin embargo, debido a que no dispongo de mucho tiempo, no alcanzo a completar los ejercicios del libro. En esos casos, continuo al día siguiente.

Actualmente, me encuentro en el último ejercicio de esta página. La digitación sale más o menos bien, pero como no lo he mecanizado completamente, aún no prosigo con el siguiente ejercicio. Inmediatamente después viene un tema llamado Aurelia Waltz. Esto es una característica muy distintiva del libro: un par de ejercicios o una escala y posteriormente un tema que aplica esos conceptos...supongo que es una práctica común en otros métodos.

Adicional a este nuevo reto del libro con Aurelia Waltz, dio la casualidad hace como un mes, que recordé que un banjista de classicbanjo.ning (Pertti Vouri) interpretó un tema de este libro: Reckless Rufus. Ese tema y otro que conocí gracias a ese banjista, me gustaron mucho (los tengo guardados en mi computador y los escucho regularmente) por la sencillez y "dulzura" si el término aplica, que el banjo mostró en los mismos. Dado que tengo una debilidad por los temas de banjo que no son tan "banjeros" (el clihudo "tan ti ti cuan cuan"), decidí chismosear la partitura. Para mi enorme sorpresa, lo que presentía oyendo antes el tema se cumplió y la interpretación salió relativamente rápido para mis estándares de aprendizaje. En cuestión de una semana, ya tenía el tema memorizado y funcional (Insisto, algo que me sorprendió gratamente!).

Que mejor forma entonces de seguir agradeciendo a este libro, que interpretando sus temas!


El autor de este tema, aparentemente comparte la misma dosis de anonimato de Agnew. Al menos dos versiones del mismo las pueden encontrar por Youtube para el que quiera comparar.




Tomó algo de trabajo grabar este tema por el calor que hacía y por un taladro de un vecino que "gentilmente" me saboteaba cuando mejor iba jeje...luego grabaré otra versión más "acústica" ya que sentí el banjo más brillante que de costumbre. Finalmente, si se preguntan por los perros del fondo, la respuesta para los que me conocen es si, lo grabé en la veterinaria de mi papá.

Como siempre estas entradas terminan con ventanas abiertas, con nuevos retos por realizar. Lo que viene en camino también con este maravilloso libro: un tema del banjista Myron A. Bickford llamado An Autumn Idyll...con una exploración muy preliminar el idilio pinta bien!


domingo, 6 de marzo de 2016

Réquiem por una extraviada


Lo usual es que las dedicatorias vayan dirigidas a un banjista o músico que se fue a tocar en otro plano o en su defecto rendir sentido agradecimiento a aquel que con su música nos haya motivado a probar nuevos horizontes. Entradas de ese tipo tengo muy pocas, tal vez porque en parte homenajeo cada vez que puedo a los banjistas que me inspiran a tocar mejor. Bueno, a veces toca homenajear a los que no nos acompañan, como al parecer terminó siéndolo mi "difunta" videograbadora.

La historia de la pérdida empezó en algún momento de fin de año pasado. Para esa época me la pasaba entre la casa de mis papás y la mía, y como era de esperar algunas cosas empezaron a mezclarse entre los sitios. Respecto a la grabadora, la última vez que la había utilizado había sido en Barichara para grabar los primeros vídeos en ese sitio. De esa experiencia había surgido el vídeo del tema Spanish Fandango (entre Agosto y Octubre del año pasado, no recuerdo ya) y de paso había hecho una entrada en el blog respecto a lo que es mi proceso de grabación. Posterior a esa visita, había vuelto a estar en Barichara con la grabadora pero esa vez no tuve chance de registrar nada por lo que no la grabadora no salió del estuche del banjo. La grabadora, para evitar perdida (curiosa ironía) venía metida en su estuche junto con el trípode y la memoria, A partir de ese punto la historia se pone nebulosa. Recuerdo haberla visto en el cuarto de mis papás, un día en mi bolso camino al trabajo, otro en el apartamento. En diciembre, ya pasados los chistes y la confianza, empezó la búsqueda en forma. Cada vez que descartaba un sitio donde pudiera estar, aparecía otro y empezaba la búsqueda implacable a lo Taken con Liam Nesson. Desafortunadamente, para mediados de Enero, cuando ya me encontraba de nuevo en mi apartamento, se hizo evidente que gastadas todas las posibilidades (el apartamento, el trabajo, la escuela, bolsos de distinto pelambre), tocaba empezar a contemplar la posibilidad de que esta se había perdido quien sabe donde y en que momento.

Cómo nunca dí mayores detalles de la grabadora, le hago una breve reseña: era una videograbadora Zoom Q2HD con una capacidad de grabación de una hora gracias a la memoria de 32 GB que le había adjuntado. Tenía la opción de registrar tanto en vídeo como en audio como las grabadoras de periodistas, y entre sus ventajas estaba el hecho de que se podía mitigar el efecto del viento en as grabaciones y registraba (si se quería) en tres canales. La cámara tenía incluido su "gorro" para aislar mejor el sonido y un trípode pequeño de donde sujetarlo. De todo lo mencionado, solo me sobrevive el gorro, que no estaba en el estuche. Allí sigue en el bolsillo interior del banjo, como amargo recordatorio.

Una foto comercial de la finada videograbadora...

Que quedó entonces de recuerdo: dos conciertos grabados en los festivales de jazz en Barranquilla y Bogotá por 2014, dos jams en la escuela (creo que ambos por el día del jazz), dos vídeos colgados de temas banjeros y las visitas al trabajo de un especialista en los bichos que trabajo. Que quedó por hacer: grabar sesiones de práctica para hacer más entradas en el blog. Eso es algo que quedó muy en mora porque entradas como la de hace unos días, hubieran quedado con mucha mejor edición.

Pero bueno, llorar sobre la leche derramada no tiene gracia. Que viene entonces: practicar, prender una veladora para que el dólar baje y ahorrar otra vez para comprar una nueva. Obviamente, estar más pendientes para que este tipo de pérdidas no se repitan...por lo pronto, trataré de grabar nuevas cosas (hay un tema ya listo!) a través de otros medios.