sábado, 11 de marzo de 2017

Tras bambalinas

Prometí dos entradas sobre las grabaciones de octubre de 2016. Cumpliré mi promesa. Más que todo porque la primera sesión estuvo plagada de todo un enjambre de situaciones que definen cualquier grabación o similares: problemas en los micrófonos (un poquito más de volumen, coloquemos este más pegado a las cuerdas, la entrada de este no coge, etcétera), incomodidad en la silla (de parte mía, supongo que un estado mental), dedos torpes y nerviosos, luces que encandelillan, celulares no apagados y así puedo seguir un buen rato citando el rosario de futuros adversos jeje.


Todo listo para el estreno en la sala de conciertos del CEMB

Hacia el final, mucho cansancio tanto de parte mía como de Yevgeniya, a la que de paso le agradezco toda su paciencia y versatilidad, considerando sus funciones de mamá. Sé bien que grabar es todo un rollo (los vídeos de mi canal de Youtube, por más sonrisas mostradas al final, esconden un montón de errorcillos y estrés cuidadosamente destilado jeje) por lo que grabar en mejor calidad, ¡lo es aún más!. Hace unos días que estuve en un concierto en formato streaming, un peldaño más alto en situaciones de estrés e inconvenientes de última hora, vi en los rostros de angustia (disimulada o no) de los organizadores, el reflejo de esa experiencia de octubre. Por cierto, ya que estamos en modo pautas publicitarias en mis últimas entradas, los invito a que chequeen la página de DirectPlay (los estresados que comentaba). Los encuentran en las redes sociales habituales para que estén pendientes y disfruten de la movida musical en Bucaramanga, así no estén en la misma.

Acomodados los micrófonos y evaporado el miedo escénico (su representación clásica) empezamos las grabaciones, confiados en que no habrían más dificultades...Error. Como el monstruo de la niñez que se escondía debajo de la cama, se asomó un problemilla que me había estado visitando pero del que no había sopesado su influencia. En medio de una de las tomas de A banjo oddity, comencé a tener problemas con la primera cuerda.



A banjo oddity de Joe Morley...bueno, el intento

Como en las veces anteriores, cada vez que pasaba eso me limitaba a ubicar la primera cuerda de nuevo en el puente, afinar y retomar el tema que estaba trabajando. Vino una segunda y tercera toma fallida por la cuerda rebelde. Después vino la cuarta, la quinta, hasta que algo exasperado, admití la sugerencia de Oscar de que "algo no es normal en esto". Efectivamente. Revisamos los brackets (las barras metálicas que generan la tensión en el parche) y notamos (bueno, Oscar) que estos giraban en algunos momentos sobre su eje, a manera de un trompo. Al no estar firmes, no había suficiente tensión en el parche, y por ende el puente era susceptible de moverse, Toda esa cadena de eventos es lo que causaba que la bendita cuerda se saliera. Manos a la obra entonces. Por medio de una llave apretamos las barras y voilà, el sonido mejoró ostensiblemente y pude retomar mi lucha por sacar una toma buena...Salieron al menos 4 temas y una vez termine de escoger las mejores grabaciones (incluyendo las dos sesiones hechas) mi meta es compartir un nuevo vídeo de banjo (una especie de pequeño concierto...). Consciente de que el incidente del parche demandaba de más atención mía, compré la llave para apretar las barras regularmente. Lo recomendado es una vez al mes por lo menos. Ya les contaré si pasa algo raro.


El set de herramientas en caso de emergencias banjeras

En la segunda sesión (al día siguiente) probamos únicamente los micrófonos, tal vez conscientes de que más allá del encanto del vídeo, buscábamos unas buenas grabaciones de los temas. Como en la primera sesión, hubo muchas tomas fallidas, pero para agrado mío, en ese día loco de referendo en Colombia, salieron unos temas que harán parte de un vídeo nuevo en Youtube. Ya les contaré mis impresiones en la próxima entrada,..

martes, 28 de febrero de 2017

Y el ganador es...

Pasó la fiebre con los premios Oscar y una vez terminen los memes sobre la premiación a mejor película y pase el tiempo, tal vez logre sacarme de la cabeza las pegajosas canciones de La La Land...¡o tal vez no!


Muy bonito el timbre de este modelo de banjo. ¡Sería genial escuchar esta versión pero con dos banjistas!

Motivado por lo escuchado y el deber moral de publicar una entrada que tengo en mora desde el año pasado, voy a compartir un par (o tres, ya veré como va la cosa) de entradas sobre un par de grabaciones que hice en octubre. Fueron dos fines de semana antes de mi viaje al sur, donde intenté grabar en un formato más profesional algunos de mis temas favoritos. No lo logré con algunos, pero con otros hubo gratas sorpresas.... El lugar de grabación: las nuevas (nuevas para el blog) instalaciones de la escuela de música (Centro de Educación Musical de Bucaramanga, CEMB) donde han venido "puliendo" este diamante en bruto (sobretodo lo bruto jaja) desde el 2009. Publicidad gratuita: es un sitio genial, "con todos los juguetes" para los que quieran tocar/aprender y a cargo de tres personas maravillosas, llenas de ideas e iniciativas para divulgar las manifestaciones musicales en mi querida Bucaramanga. Más información pueden consultar en las redes sociales del CEMB (Hay para todos los ciber-gustos).

Terminamos entonces las filmaciones el año pasado y ahora me encuentro en labores de edición, escogiendo las mejores tomas, compilando bloopers ni más faltaba y comprobando una vez más, con alegría, que el proceso sigue y que un Grammy o un premio de la academia por mejor banda sonora no está tan lejos como pensaba...Si Morricone casi se nos va sin ninguno, no podré yo...Unos pequeños adelantos...


De esa primera sesión salieron fotos de la chiquilla muy bonitas



A manera de teaser, uno de los vídeos fallidos (A banjo oddity del gran Joe Morley) y sí, Yevgeniya, una vez solucionamos el problema de la primera cuerda (detalles en la siguiente entrada) me divertí mucho...Hice mis acostumbradas muecas, pero que le hacemos jeje

lunes, 20 de febrero de 2017

Clásicos y antiguos

Titulado como un restaurante en Bucaramanga (hasta ahí la publicidad), es ya clásico decir que estuve embolatado en un sinfín de situaciones personales y académicas en estos meses y por ende las actividades del blog quedaron en una especie de coma inducido, uno dónde el paciente tenía signos pero el que de pocos se acordaban. El blog vive, el bloguero por suerte, también... Lo antiguo es decir que este tipo de situaciones no se repetirán; difícil. De tal forma que sobran más explicaciones y promesas que a veces sé que no podré cumplir. Lo realmente importante es que el proceso banjero continua, que me llena cuando le brindo el tiempo necesario y que quedan muchos sueños por cumplir y sorpresas por revelar. Hablando de estas y sin más preámbulos, la sorpresa decembrina (¡narrada dos meses después!...en fin, la autocrítica nunca sobra):

Recién desempacado de mi periplo patagónico (nada memorable dentro de lo banjero, me temo...¡muy locho!) me encontré con la agradable sorpresa de escuchar el CD de John Bullard del que les comentaba en mi entrada anterior (Holoceno temprano...espero recuperar el ritmo con las entradas!). Este llegó dos días después de mi partida de Bucaramanga y por embolates míos y de los de la casa, no recordaba que me lo había ganado, ¡ni ellos de avisarme que ya había llegado!.




¿Impresiones? Un trabajo sencillamente genial, el cual disfruté en escucharlo de cabo a rabo. No me cansaré de decir que las posibilidades del banjo, como todo instrumento, son infinitas y realmente el meollo del asunto radica en la dedicación del interprete y la versatilidad de su cabeza. Espero poder compartir impresiones en alguna oportunidad con John o al menos asistir a un recital suyo...Me gané un CD del hombre por Internet, entonces !soñar no cuesta nada! Mientras no duermo, ¡a practicar!