sábado, 16 de febrero de 2013

Fuera de lugar

Al banjista S.S Stewart no creo que le gustara el verse retratado así cuando salió impreso su método de estudio.


Algo que ha sido recurrente en mi es que existe una gran empatía con lo que fueron los comienzos del siglo pasado. No sé si lo que me atrae de esa época era la inocencia y el optimismo con el que se veía un mundo que paulatinamente se convirtió en locura y sangre. El caso es que siempre he tenido curiosidad con la cultura, la ropa, las costumbres y esa incipiente necesidad de la gente por los objetos que se empezaban a hacer. Por tal razón, desde pequeño siempre me ha gustado leer y escuchar historias o películas acerca de esa época  Creo en gran medida que esa es una de las razones del gran cariño que le tengo al banjo, porque a la larga esa fue uno de sus tiempos dorados y no deja de maravillarme como cada vez que toco una pieza, siento que me transporto allá. Definitivamente no encajo en muchas cosas que vivimos en la actualidad, y el banjo así como la música son las que me dieron un lugar en el tiempo donde me siento cómodo. Ciertamente, cuando toco algo en el banjo no me veo tan "entusiasta" como mi amigo de la foto (por cierto, el retrato creo que pertenece al banjista S.S Stewart...pobre del dibujante), pero al menos siento que algunas cosas de la vida son eternas...la música y la capacidad maravillosa de crear e interpretarla hacen parte de esa eternidad.  

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