sábado, 10 de agosto de 2013

De China para el mundo



Una pregunta incoherente para el amigo lector de este blog (pasa un cardo en estos instantes jaja): ¿Que pueden tener en común una ciudad del noroeste de China con un banjo? Se les advirtió que era una pregunta medio zafada...¿qué, ni idea? Jaja pues probablemente nada. Lo curioso es que la magia del Internet nos muestra que después de todo si puede haber una relación y la historia es así: Mi novia el día de ayer terminó un largo periplo académico por China y tuvo la particular fortuna de conocer y experimentar un entorno poco conocido por el turista. Hablamos de la ciudad de Ürümqi en la Provincia de Xinjiang. Ubicada al norte de la Ruta de la Seda y con más de 2000 años de historia es el centro urbano más alejado del mar a nivel mundial. Se le tiene el dato Wikipedia (http://en.wikipedia.org/wiki/%C3%9Cr%C3%BCmqi).

File:Urumqi s bazzar.jpg

Una imagen del bazar internacional, uno de los atractivos turísticos de la ciudad (Wikipedia).

Resulta que en días previos a que ella viajara a China, nos topamos por accidente con un vídeo de un grupo de músicos americanos en Ürümqi tocando con músicos chinos y tamaña fue la sorpresa cuando entre los americanos había una banjista!.

Abigail Washburn probablemente es una de las banjistas más reconocidas en Estados Unidos. Como dato banal hace poco supe que ella y mi "papá" Bela Fleck estaban casados, es más, estrenándose como papás.

Sencillamente es increíble ver como la música no esta sujeta a ninguna atadura y a la larga las únicas limitaciones son las que nos imponemos como interpretes. Obvio, la técnica y las habilidades juegan un papel clave como por ejemplo en el momento de formación en el que me encuentro. Sin embargo, mantener viva la creatividad y sobre todo el amor por experimentar nuevas sensaciones es lo que definen a un buen músico de uno malo. Tardé mucho en reconocer algo que me dijo una amiga hace unos meses: que ya era un músico a pesar de lo que yo pensara por mis inseguridades. Sin embargo ahora creo que más que serlo, lo que quiero es convertirme en uno bueno! (otro banjista malo en el mundo, que va!), en alguien capaz de transmitirle a los demás la gran alegría que es para mi tocar el banjo día a día! Por eso manos a la obra!


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