martes, 18 de febrero de 2014

Cuando los banjos dominaban al mundo!


En la búsqueda de nuevos métodos de banjo por Internet, me topé por accidente con el tema de esta entrada. En general, los libros con los que he venido estudiando son de la época dorada del banjo (1850-1920). Lo sé amigo lector, he mencionado al menos unas cuarenta veces que esa fue la época en que el banjo era increíblemente popular y el instrumento al igual que sus piezas, evolucionaron de una forma particular (el apunte paleo). Luego llegarían su debacle (como estilo clásico) tras el uso definitivo de la guitarra en los ensambles de jazz (la muerte por el lado del dixieland) y su refugio casi restringido en el country y el bluegrass (ok, en la música irlandesa por avatares del destino también hizo su lugar, pero esa es harina de otro costal). Por ende, como buen fenómeno cultural el banjo en su estilo clásico paso a un costado y solo la labor juiciosa de muchos entusiastas (guiño, guiño, nos damos un poco de cepillo jeje) ha permitido que así sea en parte, este estilo no se pierda. Ya el banjo en la música tradicional americana y porque no en el pop, tiene un sitio ganado por su llamativo timbre y claro!! porque sigue siendo cool jeje palabra!.


Cuando pensaba en el nombre de esta entrada fue inevitable recordar la Consagración de la Primavera en la película Fantasia...aclaración; los banjistas no eran tan lentos en esa época jeje.

Ya habiendo dicho esta pequeña introducción, vayamos al grano. Entre el material que he venido buscando, me encontré con toda una serie de folletos por así llamarlo que fueron impresos por Samuel S. Stewart (si!, el dueño de la fábrica de donde vino Sussie). Fiel al estilo de vida de esa época, S.S Stewart no solamente se dedicó a la fabricación de banjos, sino que busco diversificar el mercado a través de una serie de publicaciones mensuales relacionadas con el banjo. El periodo comprendido del S.S Stewart´s Guitar and Mandolin Journal fue entre 1884 y 1901 y si quieren pueden echarles una ojeada en el siguiente enlace de la Universidad de Rochester: 

https://urresearch.rochester.edu/institutionalPublicationPublicView.action;jsessionid=A1303D990582A2845685660CD5AD1A86?institutionalItemId=2330&versionNumber=1

En estos pequeños pedazos de historia hay de todo: promociones en los modelos a la venta, cartas de banjistas agradecidos (y no tan agradecidos), comentarios, notas breves, partituras...en fin, el leerlos en detalle muestra el grado de popularidad que tenía el banjo entre el público. Precisamente dentro de esas notas salio lo que quería contar (ehh por fin después de tanto alargue!): los ensambles de orquesta de banjo.

Este volumen, correspondiente a Feb-Mar de 1892, es el que menciona la temática de las orquestas de banjo.



Dos posibles distribuciones para las orquestas de banjo. Era una practica común incluir acompañamientos de mandolinas y guitarras aprovechando que sus registros y timbres son distintos respecto al del banjo.

Entre tanto apunte curioso por mencionar de estos volúmenes, hay una especie de articulo de Thomas J. Armstrong (banjista?, probablemente) donde básicamente habla sobre la apropiada distribución de una orquesta de un banjo en un club. Si bien suena muy raro ahora, este tipo de ensambles eran increíblemente comunes en los clubes y sedes sociales de la época y tanto gente de mucho dinero como el trabajador raso disfrutaban de este tipo de espectáculos. Precisamente en este tipo de escenarios, junto con los denominados rallies fue donde los grandes banjistas de esa tiempo (e.g. Joe Morley, Frank Converse, Alfred Canmeyer, etc.) se hicieron a un nombre. Bueno, esos interpretes (cuando no actuaban como solistas), se acompañaban de "cuatro voces" como en cualquier ensamble de música, cumpliendo esos roles los denominados banjo piccolo, las banjolinas, el banjo bajo y el banjo chelo (no mencionado en los gráficos). Dichas variaciones, como en cualquier instrumento de cuerda pulsada, presentaba rangos especifico similares por no decir iguales al de una mandolina, un bajo o un chelo. Incluso ciertas empresas alcanzaron a promover el denominado banjo contrabajo, pero no pegaron en el mercado y el que tenga de herencia uno, está tapado en plata por su valor como objeto de colección.

Con toda y la goma que hubo, este tipo de formatos de banjos así como el estilo fueron diluyéndose con el tiempo. Sin embargo, el entusiasmo de muchos banjistas deseosos de expandir el universo de este instrumento ha propiciado en los últimos años un resurgimiento o por lo menos la preservación de este tipo de instrumentos y porque no de este tipo de formatos musicales. Empresas como Gold Tone ofrecen ya banjos chelos, banjo bajos, mientras que otras como Gibson ofrecen banjolinas. Para los verdaderos puristas, hay tiendas especializadas que ofrecen instrumentos de esa época, cuyo sonido es espectacular si bien su precio es para gomosos...ej. ahorita ando ahorrando para comprar un banjo chelo...por ahí para el 2015 creo que es posible que ya me de!.

Respecto a los formatos de orquesta, un buen ejemplo de cual debe ser el camino lo ofrece Danielle Saxon Reeves (http://en.wikipedia.org/wiki/Danielle_Saxon_Reeves), quien dirige el Midlands Fretted Orchestra en Inglaterra. Es genial ver que la tenacidad de artistas como ella permiten que el banjo siga ahí, mostrándonos todo lo que se puede hacer con este. Ojalá algún día yo me encuentre en capacidad de emular esos esfuerzos...por ahora los dejo con dos vídeos (de un grupo de 4) de Rob Mackillop y su  Scottish Early Ragtime Orchestra. Disfruten!!


Hay varios temas conocidos para los "seguidores" de este blog...en particular, les recomiendo el penúltimo tema del segundo vídeo...aquel que diga que el bluegrass surgió de la nada en los años 30-40 se va a percatar que la música simplemente se reinventa.



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