El día de hoy celebra por segundo año el día
internacional del jazz, el cual fue promovido con mucho entusiasmo por el
músico americano Herbie Hancock ante la UNESCO. Con seguridad, alrededor del
mundo se llevaron, y se estarán llevando a cabo celebraciones en torno a este
maravilloso y a veces incomprendido género. Precisamente, el día de hoy (por
segunda vez ya) estaré acompañando a los entusiastas del jazz en la escuela
donde de a poco me voy formando como músico (Centro de Enseñanza Musical de
Bucaramanga, CEMB). Por ahora seguiré en función de espectador pero confío que
pronto podré dar un granito de arena adicional al género.
Por el momento, quisiera compartir algunos
aspectos del camino curioso y a veces desafortunado del banjo en el mundo del
jazz. Inicialmente, siendo este un instrumento común en géneros musicales
por así decir abuelos del jazz como el ragtime y el dixieland; el banjo era visto
como un componente más dentro del formato de los grupos: piano, muchos bronces
(trompeta, trombones y ya después saxofón) y contrabajo. Estos grupos eran
inmensamente populares en bailes de salón, clubes y demás sitios sociales. Por
ende, muchas de las grandes figuras del jazz hacia sus inicios tuvieron
oportunidad de interactuar con banjistas de distintos niveles y habilidades.
Comparto un vídeo del gran Louis Armstrong, el cual hacia finales de los años
20 conformó los grupos Louis Armstrong and his Hot Five y posteriormente Hot Seven.
De este grupo, quedan varias grabaciones famosas siendo los banjistas Johny St
Cyr y Mancy Cara. Espero sea de su agrado.
Estos grupos tenían su formación en la tradicional New Orleans.
El hecho de que por ejemplo Johny St Cyr terminara siendo tanto
banjista como guitarrista en el grupo, muestra ya el futuro que tuvo el banjo
en el nuevo formato de jazz que surgía. Probablemente por su timbre tan
peculiar, sus limitaciones en los bajos, en parte animadversión a la música de
principios de siglo y a un mayor uso de las guitarras entre los músicos; el
banjo paulatinamente fue marginado del jazz, encontrando su refugio en la
música popular y en aquellos que se resistieron a dejar morir la música de
antes de la primera guerra mundial.
Afortunadamente, los gustos musicales así como
todo fenómeno cultural tienden a reinventarse con el paso de los años y los
deseos de explorar nuevos sonidos por parte de los músicos. Por ende, desde los
años 60 probablemente y con cierta timidez al principio (bueno y tal vez aun) ,
el banjo empezó a entrar dentro del repertorio jazzístico. Actualmente se
pueden mencionar a banjistas como Bela Fleck, Tony Trischka y Pat Cloud como
algunos ejemplos de banjistas entusiastas que incursionaron de distintas
formas en el jazz. Trischka generando el interés, Fleck explotando al máximo el
potencial del instrumento y Cloud llenando los inmensos vacíos que se tienen
aún en la formación jazzística de un banjista. Precisamente, he venido
estudiando con el libro de Pat Cloud con los deseos de irme adentrando en ese
mundo tan amplio…después de todo, el espacio de improvisación creo que puede ser
una de las máximas expresiones de creatividad que puede desarrollar un músico.
Por ahora los dejo con dos vídeos en
celebración de este día: El primero hace parte del disco en conjunto que
sacaron Bela Fleck y Chick Corea (The Enchantment).
Este disco los hizo merecedoras a un premio Latin Grammy en el 2007 en la categoría de mejor album instrumental. Igualmente, el tema "Spectacle" fue nominado al Grammy el 2007 en la categoría de mejor composición instrumental.
El segundo hasta donde he podido escarbar por
internet, es de las pocas interpretaciones de jazz usando banjo bajo. La que
comparto corresponde a Oteil Burbridge, bajista del grupo Allman
Brothers´ Band.
Este tipo de banjo actualmente solo lo fabrica la compañía americana Gold Tone.
Espero disfruten y
a celebrar con buen jazz!.